Métodos de captura de palabras
Los golpes maestros esculpen bien muchas palabras.
Pues algunas palabras troncas necesitan de una maza y un cincel.
Sobre la piedra bruta del concepto más rocoso, más granítico,
se talla el significado de faraón, cúpula y posesión.
Otras palabras tienen átomos cristalinos ordenados, etéreos.
No se puede atacar su núcleo, sólo mirarlo a su través.
Estrella se perfila gracias a “cielo, brillar, oscuridad”
o a través de “hidrógeno, helio, combustión total”.
Su trascendencia se consigue a base de pulir los laterales
hasta que obtienes un prisma geométrico, y ¡voi-lá!
Una palabra transparente, que descompone la luz del sol.
Inocencia, pureza, frío. Cada rasgo semántico es una cara
de un diamante facetado, de sesenta y cuatro lados.
Otras palabras tienen algo de hermético, de cofre, de mejillón-cebra.
Significan más cerradas que abiertas, por lo palpitante del misterio.
Serpiente, susurro, tesoro. Para definirlas, lo mejor es esconderlas bajo llave.
Las palabras piedra son extenuantes por su tozudez: Imposible, Jamás, Escrúpulo.
Su negación no se puede interrogar, y si continúas limando en superficie
llega un momento en que sólo obtienes polvo. Conviene dejarlas en el río
a merced de la corriente, pues han nacido para rodar y entrechocar,
para cubrir de sólido empedrado la Ruta de la Historia.
Las palabras-té son ceremoniales, destilan su aroma en agua hirviendo:
Verdad, destino, héroe son pétalos en la tetera caliente del sol.
Las palabras espada son biplanas, su significado se consigue
a base de martillazos sobre el yunque: mentira, ángel, responde. Eso sí,
necesitas llevarlas primero al rojo vivo, y su filo cortará otras espadas.
Otras, más arrugadas, como sentencia, idealismo necesitan de un buen planchado
y se conservan como flores, aplastadas en un libro.
Pero hay algunas palabras que se nos escapan de las manos.
Son las palabras que deslizan, Amor, Imperdonable.
¿Qué es una palabra cuyo-significado-se-me-escurre?
Un jabón mojado, que corre entre las manos del poema.
De Poemas para mi hermano Álvaro, Ediciones El que No Duerme, 2018.
