¿Qué se me ofrece? ¿Qué hallo
a través de las lágrimas, es el sol sobre un carro
de rayos como pajas recién cortadas?
¿Qué ilumina aquel sendero entre matos
de moras? ¿Qué perfume es ese? ¿Qué visión?
¿Quién viene, precedido su semblante
del alzamiento repentino de la niebla?
Me conmuevo.
Hemos rapado a las ovejas, y luego hemos seguido
conmigo, me he bañado, limpiado de maleza,
raspado bajo la espuma.
Como de hierba segada a guadaña emerge algo deslumbrante.
Es el centro del corazón, que da brincos
y salta de su propio halo
como un potro
ante las manos de su amo.